"Y en la densa niebla de la noche, se oían los pasos apresurados de una figura fantasmal que rompía el silencio de la miserable callejuela de los arrabales de la ciudad dormida... Y de golpe, se hizo un silencio sepulcral en medio de la nada... Solo las sombras dibujaban las desleídas casuchas que poblaban aquel miserable barrio perdido de la mano de dios, que olían, a pena y amargura"... FIN.
De la serie: "Vampiros de la noche".
Texto: Joaquín Pacheco.
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