La niebla lentamente viste con su halo blanco la ciudad,
la humedad rodea el paisaje desierto
las farolas iluminan con su luz tenue
las sombras mortecinas de los amantes,
la humedad rodea el paisaje desierto
las farolas iluminan con su luz tenue
las sombras mortecinas de los amantes,
lejos, muy lejos
se oyen los ecos de pasos apresurados
de alguien que escapa a su destino...
respiro hondo
y miro al infinito...
sonrío
y sigo mi camino...
Texto y foto:
Joaquín Pacheco
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