jueves, 26 de noviembre de 2009

ARCO IRIS


ARCO IRIS


Te amo en rojo. Y la pasión prende en mi interior un vertiginoso incendio sensual, acaballo entre el cielo y el mismísimo infierno. Juntos ardemos, como ascuas incandescentes danzando de puntillas en la hoguera del deseo. Y juntos nos fundimos al fin, en un llameante éxtasis a dúo.

Te busco en naranja. Y mi voz se rompe al llamarte desde el borde de mi almohada. El insomnio cabalga de noche y libera mi llanto a través de un amanecer febril. Y yo me debato, todavía a oscuras, entre la acidez de los celos y la dulzura con la que tus ávidos besos sellaron anoche mis labios.

Te echo de menos en amarillo. Me pierdo en la aridez de un desierto sin límites, por los difusos espejismos de la depresión. Pues al faltarme tú, hasta el sol se me pierde de vista detrás de las lágrimas. Ese sol, que da vida al único oasis que yo conozco.

Te deseo en verde. Y me abandono, palmo a palmo, a tus secretas caricias. La primavera ha prendido en la punta de tus dedos ... y mi cuerpo entero despierta del letargo, floreciendo en mil brotes nuevos, bajo las inquietas mariposas de tus manos.

Te espero en azul. Y vuelo alto, entre las nubes de mi impaciencia, oteando tu llegada, acechando tu regreso. Mi corazón es un duende travieso que juega a matar el tiempo. Y me lleva histérico, calle abajo, dando saltos de colegial entre las islas gemelas de mis zapatos.

Te recuerdo en añil. La imagen fugaz de tu rostro me invita a sumergirme en el océano profundo de la soledad. Me voy hundiendo entre las frases rotas, hasta tocar el adiós del fondo. Y allí me escondo, entre la marea de tus cartas y las escuetas redes del teléfono.

Te necesito en un violeta sufrido e intenso. Y por doler, me duele hasta el aire que roza tu pelo, en mi ausencia. El amor corre y corre por mis venas, enganchándome contigo. Y así vivo, sintiendo el “mono” en toda mi sangre, desde que soy tu adicto.

Te sueño siempre en blanco. Me doy un paseo ante la inocencia de tu mirada, anhelando fervientemente el mágico instante en que tú la poses sobre mí, y borres con tu deseo, los fríos colores de mi invierno.

Te sueño así, y fantaseo furtivamente mientras aprendo a viajar contigo por toda la gama de un Arco Iris de amor. Acaso agotemos los siete colores, uno a uno, y el reflejo soleado de la luz en cascada, derrame su hechizo entre nosotros dos, bañándonos con su lluvia en un círculo eterno de ilusión, de aventura, ... y magia.

Pilar Redondo (Cuba Pareggi)

viernes, 6 de noviembre de 2009

PERDIDOS EN LA NOCHE

"Y, el Sueño". Zaragoza. Noviembre 2.009. Foto: J. Pacheco.


¡Una llamada en el móvil me despierta de mi letargo mañanero rebelde!...

El reloj digital de la mesilla de noche marca las 10 de la mañana y tiemblo de rabia quien puede ser el despiadado sin alma que llama ha estas horas tan sublimes.

Es un amigo, me llama por temas de trabajo urgente...

-¡Se jodió mi sueño dorado con mi querida y vieja almohada -exclamo dolorido!...

Me levanto raudo al trabajo, dormido aun por mil sueños de amores perdidos en el espacio vacío de mi pasillo.

Enciendo el ordenador y enciendo mi primer pitillo.

La cabeza me da vueltas, pues aun estoy dormido, despertando a golpes de martillo de otros mundos paralelos a la realidad cotidiana que me espera salvaje a la vuelta de la esquina de mi soledad perdida.

Me pongo de mala gana a trabajar y pienso en mis "sueños dorados" aun adormecidos en mi mente, de sábanas calientes que aun me arropan con su abrazo materno y se niegan a despertar a la realidad cruel del nuevo día.

Pasa rápido la mañana agobiada de urgencias desmedidas, de tecnicismos alocados y otras fruslerías.

Decido ir a comer, necesito un descanso con mi estómago moribundo necesitado de viandas y placeres mundanos.

Como despacio saboreando con deleite mis platos preferidos. Miro la caja vacía de la hipocresía mundana, llenas de imágenes y sueños de papel cuché.

Reconfortado espiritualmente y físicamente toma la sabia decisión de hecharme una larga siesta, pero eso sí, tomando la precuación de apagar y desconectar todos los artefactos de comunicación parlantes.

Ya anochecido, me despierto lentamente de mi reconfortante sueño. Me tomo mi tiempo para irme haciendo a la idea que tengo que salir a la calle pues he quedado con unas amigas...

-Mujeres, sexo y rock and roll! -chillo contento camino de mi aseo integral.

Me preparo una frugal cena mediterránea y mientras como pienso en mi plan de ataque de esa noche: nada puede fallar - me digo a mi mil veces.

Expulsado violentamente del cobijo de mi querida hause, salgo a la fría y húmeda noche, encaminándome a mi destino -oliendo a hormonas perfumadas.

Lloviznea suavemente y no hace demasiado frío, el suelo esta mojado, un aura de melancolía impregna las luces doradas de la noche, que se reflejan en los mil charcos de agua que yo piso.

Entro en el bar de la cita y el local está atestado de gente y decibelios musicales orteras.

A la media hora de estar en este sitio tan agobiante de personas descerebradas, recibo un mensaje de texto en mi móvil 3G. Están en otra zona de la ciudad -"el casco"-, que detesto con toda mi alma y me digo trismente apenado: "se jodió el plan"...

Me pido un pelotazo bien cargado de whisky para consolar mi abatimento. Tomando un largo sorbo del dulzón nectar de los dioses, decido no ir al encuentro, la suerte esta echada y he perdido. Sigo recibiendo apremiantes mensajes de texto de las ladies. Les comunico donde me encuentro y al "antro humano" que ire mas tarde. Ahora les toca a ellas mover ficha.

Al rato llegan al bar unos amigos y me uno a su agradable tertulia. Las horas pasan y me encamino rápido un tanto achispado por el alcohol, al que espero sea el último bar de la noche, mi cuerpo ya no puede con tanta juerga y desmadre, me hago mayor.

Los mil decibelios de rock y una niebla de humo muy espesa me recibe al entrar en este submundo de vampiros de la noche. Encuentro un lugar donde poder respirar tranquilo sin los empujones de marea humana concentrada a estas horas de la madrugada.


CONTINUARA....

miércoles, 4 de noviembre de 2009

CERVECERÍA BEERLAND

Cervecería Beerland. Zaragoza. Diciembre 2.008. Foto: Eugenia Aragonés.



Con mi amigo y patrocinador Juan Iranzo. Cervecería Beerland. Zaragoza. Diciembre 2.008. Foto: Eugenia Aragonés.



Si hay un sitio ideal en Zaragoza para ir de cañas y luego quedarse a comer es la Cervecería Beerland. Tiene una amplia terraza que da a la plaza San Francisco, que cuando no hace frío es una delicia para los sentidos y el sosiego.
El local dirigido magistralmente por su dueño Juan Iranzo -persona inquieta y emprendedora donde las haya-, lleva ya años navegando por los mares de la gastronomía aragonesa, es un veterano de las cazuelas y las ollas, curtido en mil batallas culinarias y aromas...
La gran variedad de la carta de cervezas -tiene de los cinco continentes-, hacen de este sitio tan singular, el sitio ideal para el bebedor mas exigente de cerveza.
En su calído y amplio comedor, se puede degustar una gran variedad de exquisitos platos primosamente aderezados por un "maestro cocinero" que hace las delicias de los comensales.

San Silvestre Zaragoza 2018